Tomando conciencia del conocimiento y experiencia de la comunidad científica, servicios de emergencia y protección civil y cuerpos de seguridad, así como de otros expertos en la materia, es innegable que en el Golfo de Cádiz existe el riesgo de que se produzca en un futuro un tsunami de catastróficas consecuencias como el Maremoto de Lisboa de 1755.

El proyecto actúa sobre un riesgo al que se enfrentan todos los municipios costeros o con influencia marina del Golfo de Cádiz, un riesgo común que no distingue de fronteras administrativas y que requiere la cooperación, colaboración y transferencia de conocimiento desde el punto de vista técnico, territorial, administrativo y ciudadano para desarrollar Planes de Actuación Local (PAL) y un Plan de Autoprotección Común (PAC) ante riesgo de tsunamis.

El proyecto pretender cubrir la necesidad de implementar las siguientes actividades:

1. Diseñar e implementar los PALs y un PAC que mejore la gestión y coordinación local ante riesgos de tsunamis en base a la información, recomendaciones e indicaciones de los planes estratégicos nacionales y regionales hispanolusos, bajando dichas estrategias al ámbito de política pública local y a terreno operativo, dentro de las competencias municipales.
2. Reforzar la capacidad operativa de las administraciones locales ante riesgos de tsunamis.
3. Mejorar la formación y capacitación de cuerpos técnicos involucrados
4. Educar y sensibilizar a la ciudadanía desde la perspectiva de la autoprotección, implementando mecanismos de alerta/aviso y herramientas de comunicación e información transfronteriza comunes.

El riesgo del tsunami en el Golfo de Cádiz se ha confirmado a nivel europeo a través de la Agencia Espacial Europea (ESA) y de la Agencia Europea de Medio Ambiente con el desarrollo del proyecto Copernicus en el año 2015, por las instituciones científicas a través de estudios técnicos y por las administraciones nacionales y regionales a través de planes estratégicos ante este tipo de riesgo, aprobados recientemente. Estar preparados para un evento de estas características puede ser la diferencia entre que la historia lo recuerde como un desastre natural catastrófico o como un desastre natural bien gestionado. Para reducir el impacto en vidas humanas, todos los agentes y entidades involucradas deben estar formados, preparados y protocolizados, así como su ciudadanía formada y sensibilizada sobre cómo se debe de actuar antes, durante y después de un tsunami.